un gran presidente

Ermelindo Oclide Dutruel, con acendradas raíces en su Sportivo de toda la vida. "Clide" como le decían los mayores, los pibes y los niños del club, el último directivo que comandó los campeonatos obtenidos por la Primera división del club, hombre de estar detrás de cada movida que la institución promovía. Y no me gusta hablar en pasado porque es muy fresca la memoria, y la vecindad siempre ha sido el patrimonio que ha unido al barrio, tal cuál lo dijo Raúl Colombo, preparador físico "doble campeón zanjonero", de la ruta hacia el norte todo se vive de otra manera. Como nos llevará a todos el mapa del destino, recién se fue "Clide" a ese cielo piadoso que junta a los buenos tipos que hicieron algo por los demás, para ponerlos a jugar en un equipo de Liga Nacional, dicho con mayúscula, porque lo han merecido y por que allá también hacen falta dirigentes pues los viejos apóstoles ya han pasado a retiro. No quiero extender la congoja de pensar que su figura ya no estará "alambrando" cerca de la tribuna, pero de pie junto a su gente, los descamisados transpirando un partido bravo, de los que nos tocaron en los años pasados después de la Copa del 91, con las banderas descendiendo desde lo alto de la popular a golpe de tambor y redoblante. Amigo de la avenida más corta del mundo, heredero de un bar y un club legendario, tomado de las manos de don Alberto Vernazza, con quien ya estarás conversando de nuestras calles y sus casas, de los viejos que quedan, de los purretes que ya son hombres y de esa esquina que los unió de una vez y para siempre, descansa en paz. (José López)